365 Pehuajó

Tu portal de noticias.

El placer del mate

 

El mate es una de las costumbres argentinas más elementales y significativas. Representa la cultura en esencia de lo que es compartir, hacer amigos y disfrutar de una bebida que, en un recipiente pequeño, es capaz de unir a toda una región.

La historia del mate se remonta a los pueblos indígenas sudamericanos guaraníes del área de lo que hoy es Paraguay, norte de Argentina, Uruguay y el sur de Brasil. Para muchos una herencia de sus antepasados, mientras que para otros es una costumbre característica de Argentina, país más matero de la región por su territorio y popularidad.  Así es como el mate es una bebida emblema y la ciudad de Pehuajó no es la excepción a dicha tradición; en las calles y en las plazas, en los parques y en las casas, siempre que hay un grupo reunido, hay un mate compartido.

Es que no hay momento inoportuno para tomarse “unos mates”. Algunos lo prefieren en la mañana para “despertarse” y empezar el día, mientras que otros toman todo el día en solitario y para la merienda siempre se reúnen con amigos o familia para compartirlo. El mate es compañía del viajero, tal como relata Ricardo, un camionero pehuajense que es fanático de la yerba “Playadito”, quien aprovecha para “cebarse unos mates” mientras lleva mercancías hacia Formosa, norte argentino.

Muchas personas consideran que el recipiente matero original debe ser de calabaza, aunque hoy se consiguen de diferentes materiales como metal, madera de algarrobo y hasta de plástico. Claro está, el “kit matero” tiene el termo que mantiene el agua caliente, una buena yerba y un cebador entusiasta, que esté dispuesto a hacer perdurar el momento mientras prepara los mates.

La gran popularidad de su consumo en los últimos años se puede apreciar en aulas de clase, los parques, las calles, los aeropuertos y por ende, en cualquier lugar del mundo debido a las migraciones de muchos argentinos y uruguayos, exportadores expertos de la herencia matera.

 

 

“El mate se toma amargo”, dijo Cristian, mientras rememoraba las veces en que en soledad ha tomado, “y es que es algo que te conecta contigo mismo y con otros”, expresó Vivían, mientras compartía unos “mateolis”, una de las formas más creativas con las que se puede nombrar la bebida.

No es casualidad que, en Argentina, según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) durante el año 2023 se hayan consumido poco más de 285.300 toneladas de yerba mate, que por persona serían aproximadamente unos 6 kilos anualmente y que posicionan esta maravillosa bebida como la predilecta por todos.

No importa si la yerba es “Playadito”, “La Merced”, “La Hoja” o “Amanda”, la diferencia con el café o el té, es que esas bebidas se toman una vez y ya está, mientras que el tomar mate se comparte”, dijo Carlos, luego de describir su rutina que comienza muy temprano en la mañana con unos “materazzi” algo amargos. En su trabajo como encargado de obra, los toma durante su jornada. Luego, en las tardes con una merienda de medialunas y facturas, se “ceba unos” con su pareja, y sigue tomando hasta ir a dormir, porque para él, no hay momento inoportuno para dejar de disfrutar uno de los placeres más grandes que hay: tomar unos mates y disfrutar la amistad. Valvacías 

 

 

Por Juan Dulcey

 

 

 

 

 

 

 

 

Juan Dulcey
Latest posts by Juan Dulcey (see all)
Comparti esta nota

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *