¿Cómo es el proceso creativo en la música?
¿De la lírica a la música o de la música a la lírica? ¿Qué es lo primero que “encuentra” o busca un músico para componer una canción o una obra musical? ¿Se busca o llega? ¿De dónde salen las ideas? ¿Las canciones tienen algo más que música y poesía?
Sin lugar a dudas a algunos les llega la musa inspiradora y a otros les llega la doble de “muzza” y hay que sentarse a trabajar en la obra musical. En ese proceso creativo, mágico o no tanto, nos vamos a inmiscuir en las columnas de esta semana y la próxima.
En una serie de entrevistas con músicos de la región vamos a tratar de contarles el entramado proceso de cómo hacer música, crear: y si es posible la receta.
“En mi caso la inspiración sale trabajando, tocando o cantando.”
Ignacio “Nacho” Eguia tiene 41 años es actualmente guitarrista del grupo “Remadores” de la ciudad de Pehuajó. Desde los 13 años formó parte de varios grupos de Pehuajó en los ´90: “Épsilon”, “Espadohol”, “Falipsia” y “El Rito”, una época de oro para el rock Pehuajense. Residió varios años en Ciudad de Buenos Aires integrando, entre otros, el grupo Kaishú Katsu 2002/05 como bajista.
En mi caso ha consistido en escuchar mucha música variada, analizarla. Re escuchar y volver a analizar cómo están armadas las canciones. Atender a las instrumentaciones. Entre otras cosas también investigar los instrumentos y haber estudiado algunos de ellos: por momentos el bajo, guitarra, batería, teclados, voces. Más que nada estaría vinculado con esas búsquedas la parte de lo creativo.
En general las canciones me han surgido del vínculo con el instrumento y a veces de frases o textos literarios que disparan ideas a las cual les quiero buscar alguna música o acompañamiento.
También puede surgir de algún instrumento en particular: por ejemplo, en el bajo surgen melodías o bases sobre las que después se puede trabajar, lo mismo en la guitarra, es un trabajo artesanal o de oficio con el instrumento.
Con distintas guitarras, criolla o eléctrica, surgen diversas y diferentes ideas y a la vez con el uso de efectos pueden salir melodías, loops (bucle, algo que se repite constantemente) ó algún riff que después se convierten en canciones o arreglos.
En mi caso es bastante abierto y las dejo fluir un poco las ideas. A veces las escribo y generalmente las grabo con el teléfono. Que es el punto de partida para luego volver las veces que sea necesario y trabajarlas.
Ya cuando está avanzada la idea, armo la batería en algún programa, que en general ya viene medio pensada y de la mano. Luego despliego las líneas de bajo y guitarra según la necesite la canción.
La idea de inspiración suele aparecer, pero son instantes en general y en distintos momentos. Trato de estar atento. Dejo lo que estoy haciendo y las escribo, tengo un cuaderno donde vuelco músicas, letras, arreglos, lo que fuera. En mi caso la inspiración sale trabajando, tocando o cantando.
No parto de la lírica/letra, sino que viene el combo junto y habitualmente una idea de letra muy “precoz”. La letra es el proceso que más me lleva. Elijo un tema o una problemática, con ideas generales y luego las voy ordenando. Siempre trato de tener en cuenta las reglas que la poesía tiene, en termino de tempo, rimas. Eso es importante.
“Una composición musical se puede presentar en cualquier momento, pero también puedo buscarla en cualquier momento, no hay diferencia si la búsqueda es sincera a una idea que quiero transmitir”
Eduardo Díaz tiene 35 años es músico, oriundo de Teodelina, Santa Fe. Es guitarrista, compositor y arreglador musical. Reside en la ciudad de Junín y es profesor del Conservatorio de música Juan Pérez Cruz de la misma ciudad. Músico de raíz folclórica, pero con derivaciones a otras músicas.
En mi experiencia puedo decir que desarrollé la composición musical a la par de los arreglos musicales, cuando un arreglador decide crear una introducción nueva para una canción está componiendo una introducción por eso destaco esta hermandad en las actividades, el arreglador realiza tareas de compositor con pautas que debe seguir y respetar, dependiendo del contexto del arreglo y la versión que quiere lograr.
A la hora de componer existen muchas posibilidades, si tengo que dar un consejo a alguien que quiere componer obras instrumentales y/o canciones la respuesta es que leer y escribir música no es netamente necesario, pero sí es una herramienta que nos puede ayudar y complementar a la hora de sentarse a realizar esta tarea.
Eso sí, debemos dominar muy bien este lenguaje para que no sea un obstáculo sino un medio rápido que contribuya al correcto registro de nuestras ideas, existe un lenguaje y/o un medio tecnológico como el teléfono, por ejemplo, para que nuestras ideas no se pierdan, lo mejor es tener esa herramienta de nuestro lado.
Una composición musical se puede presentar en cualquier momento, pero también puedo buscarla en cualquier momento, no hay diferencia si la búsqueda es sincera a una idea que quiero transmitir. Como experiencia puedo decir que los disparadores de ideas sirven muchísimo, como así también aquellos estímulos diversos que pueden llegar de muchas formas en cualquier momento.
En mi última composición “Pampatherium” (2018), para componer los siete movimientos de la obra hice por primera vez un plan de organización por etapas. Es música inspirada en la mega fauna de la región. La primera etapa fue recaudar y estudiar todo tipo de información. La segunda etapa fue seleccionar las mejores ideas para la realización del proyecto. La tercera etapa fue la de componer música descriptiva de los animales que más me llamarón la atención y aquí les digo que el proceso creativo de componer no se puede forzar, mejor dicho yo no lo puedo forzar, si algo no sale en ese momento que quiero hacerlo por algo es y eso es lo mágico de las ideas musicales, hay un determinado momento donde la imaginación se transforma en música y es ahí donde hay que registrar la mayor cantidad de ideas, es una conexión que puede durar segundos, minutos u horas. Esta etapa duro varios meses hasta que logré crear siete obras en formato de melodía, cifrado, acompañamiento, tempo y ritmo. La siguiente etapa fue la instrumentación y la creación de los arreglos musicales. En junio de 2019 ya tenía todos los arreglos y maquetas para comenzar las etapas de estudiar toda la obra y posteriormente grabar. El 29 de mayo 2020 se estrenó por mi canal de YouTube “Pampatherium”.
¿De la música a la letra o de la letra a la música?
Yo diría de las dos formas, pero si tengo que elegir una sería de la letra a la música y mi fundamentación es que una poesía ya tiene cierta musicalidad al leerla y esto hace que si logramos amalgamar esa musicalidad de la letra con la melodía nuestra canción será más natural.
En la composición ¿Musa inspiradora o trabajo intenso?
Musa inspiradora y/o trabajo intenso. No forzado, si muy concentrado.
A medida que charlamos con los distintos músicos vamos recabando información para desglosar el maravilloso mundo de crear una canción. Para concluir esta primera etapa de desandar el proceso creativo en la música vamos a citar algunos de los conceptos que dejaba Pedro Aznar, 61 años, músico, compositor, arreglado y productor, en su última e imperdible masterclass (dictada por su canal de YouTube):
“Componer es imaginar, escuchar en voz alta. Es como cerrar los ojos, imaginar un lugar, construir una imagen y que de alguna manera la vemos.”
Vamos a introducirnos en el ALMA de una canción. Las canciones tienen vida propia. Esta bueno pensar las canciones como un fenómeno poético que después se convierten en música. Descubrí que el poeta en mí, tiene una manera distinta de decir al del músico. En algunas canciones he incorporado señales, que obviamente hay que estar atento. Por ejemplo, una de las melodías de la canción “Los perros del amanecer” la cantaban los pájaros. Eso fue en una noche de hotel en la madrugada cordobesa, componiendo el disco “Quebrado” (2008).
En la columna de la próxima semana seguiremos buscando respuestas al proceso creativo en la música.
Nestor Javier Correa (@nestorjaviercorrea) es músico, docente, profesor de música, pianista, cantante profesional y productor. Actualmente Consejero Escolar. Integra la banda Buenas Noches Viena.
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