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Misión imposible: Prestar atención

 

Los trastornos por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) son una problemática que hoy en día afecta a muchas personas, sin diferencia de sexo y edad. Sin embargo, la detección de este trastorno en mujeres es muy escaso y habitualmente es diagnosticado con otros nombres eludiendo esta patología.

Pero vayamos por parte, el TDAH es un trastorno neurológico que afecta las partes del cerebro que nos ayudan a planificar, concentrarnos y ejecutar tareas. Los síntomas del TDAH varían según el subtipo: desatento, hiperactivo o una combinación de los dos. Los síntomas más comunes con los que puede asociarse este déficit son la falta de atención, hiperactividad, mala gestión del tiempo, falta de concentración, disfunción ejecutiva, control impulsivo débil, emociones exageradas, “hiperenfoque”, entre otros. Estos síntomas varían según el individuo y el subtipo de TDAH que tenga.

Normalmente este trastorno se diagnóstica por un profesional en la niñez y persiste hasta la edad adulta, ya que, el mismo, no tiene una cura. Sin embargo, identificando el TDAH a temprana edad junto un buen tratamiento y plan educativo, puede ayudar al niño o adulto a manejar sus síntomas.

Sin embargo, el  TDAH es más difícil de diagnosticar en mujeres. Las mujeres que padecen este trastorno a menudo viven sin ser diagnosticadas. Esta diferencia ocurre en parte porque es una condición que tradicionalmente, se creía que solo afectaba a los hombres; pero también ocurre gracias a que las mujeres tienden a poseer menos síntomas disruptivos.

Además, los síntomas en las mujeres a veces se descartan como un comportamiento típico, ya que se las vive señalando como excesivamente emocionales y ansiosas. Estudios generalmente muestran que las diferencias entre hombres y mujeres con TDAH son pocas. Durante la adolescencia, las mujeres poseen una autoeficacia peor que los varones. También presentan menos síntomas externos, como la agresión, pero tienen un mayor riesgo de poseer depresión y ansiedad: esto hace que sea más difícil que otros noten los síntomas del trastorno y, lleva a muchos médicos a enfocarse en los trastornos desde otro lugar, sin darse cuenta que el problema de base es el TDAH.

Según la página “Women’s eNews”, las mujeres con TDAH son más propensas a ocultar sus síntomas: esto es llamado masking y puede volverse emocional y físicamente agotador con el correr del tiempo. Pero ¿qué es el masking? Desde una temprana edad, a las mujeres les enseñan a comportarse como “señoritas” y cualquier comportamiento disruptivo o molesto era de mala educación. Esto genera que la imagen “ideal” de la mujer sea callada y sumisa, cosa que se le puede llegar a dificultar a alguien con TDAH, por lo cual recurre al masking para encajar en la sociedad.

En cuanto al tratamiento, este trastorno tiene muchas opciones para tratarlo, y depende del individuo que es lo mejor para tratar su caso. Pero es recomendado que la persona con TDAH acuda a un profesional. Hay 2 tipos de tratamientos para el trastorno: con medicación o terapia.

Haciendo referencia a este trastorno la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomienda que “para personas menores de 6 años, se les recomienda a los padres que el niño/niña vaya a terapia antes de recetarle medicamentos. Y para personas mayores de 6 años se recomienda una mezcla de los dos”.

Los objetivos de la terapia de comportamiento son aprender o fortalecer comportamientos positivos y eliminar comportamientos “problemáticos”. Este tipo de terapia puede incluir una capacitación de los padres en el manejo del comportamiento, terapia conductual o intervenciones conductuales en aula. Normalmente se usan juntas, ya que es más efectivo para ayudar a la persona con TDAH.

Si bien las causas del TDAH, son desconocidas, gracias a búsquedas recientes se descubrió que la genética juega un rol muy importante. Los científicos están estudiando otras causas y riesgos en las cuales se encuentran el daño cerebral, el consumo de alcohol y tabaco durante el embarazo, la exposición a riesgos ambientales durante el embarazo o una edad temprana, el parto prematuro y, por último, el bajo peso del bebé al nacer.

Por último, es importante recalcar que la diferencia entre los sexos no está en los síntomas, sino que se encuentra en la variada manifestación de éstos y su impacto en la funcionalidad de los hombres y las mujeres. La morfología cerebral es igual en ambos sexos, pero la expresión de los síntomas es muy diferente:

Los varones suelen tener un TDAH impulsivo/hiperactivo, lo cual causa que sean inquietos, disruptivos, impulsivos, impacientes y locuaces. En cambio, las mujeres suelen padecer el TDAH inatento, lo que les dificulta concentrarse, prestar atención a los detalles, mantenerse organizadas, escuchar y recordar cosas.

 

Sol Vives

6TO D Comunicación

Materia: Taller de Producción del Lenguaje

Prof. Marisa Bin

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