365 Pehuajó

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De “Vamos a tener que convivir con el agua” a “el grito de Pehuajó”

Tapa de Clarín del 27 de octubre del 2001.

Tapa de Clarín del 27 de octubre del 2001.

Abril de 1987 es un recuerdo imborrable para los pehuajenses. Un recuerdo triste, pero en la celeridad del tiempo transcurrido, un abril que mostró una palabra que por estos días se escucha (empatía), y que estaba trazada por el amor de la solidaridad. Pero también el distrito (y la zona) vivió un momento complejo por el avance del agua en el mes de octubre del 2001.

La segunda de las inundaciones no llegó a poner en peligro el casco urbano (aunque el miedo estaba latente), pero si arrasó con la zona rural, y avanzó en localidades del distrito causando pérdidas de consideración.

Fueron dos momentos de tensión, y donde la comunidad dio un paso fundamental, y también fundacional que tuvo réplica en distritos vecinos.

Hace un par de domingos narramos y contamos lo que fue el pedido de evacuación y el llamado a “La noche de las palas”. Ese abril de 1987 constituyó una de las mayores expresiones populares de la comunidad; pero también la sociedad tuvo una acción concreta en octubre del 2001, cuando el agua avanza sin pausa, y arrastrando todo lo que encontraba a su paso.

En 1987 la plaza Dardo Rocha fue el escenario desde donde Pehuajó enarboló un reclamo que dio lugar a la construcción del Canal Jauretche (entre otras cosas). 14 años después, todo comenzó en la plaza, pasó por la municipalidad y tuvo su epicentro en el cruce de las Rutas 226 y 5. En ambos casos, los intendentes de turno Julio Rodríguez y César Peña, estuvieron al frente de las expresiones populares. El resto del arco político acompaño sin miserias políticas que se interpusieran, y los vecinos fueron el bastión que generó dos jornadas históricas.

Sin respuestas concretas desde las autoridades de Provincia y Nación, Pehuajó tuvo su pueblada.

“Vamos a tener que convivir con el agua”

“Vamos a tener que convivir con el agua” fue la frase que desplegó en la mesa del municipio de Pehuajó el gobernador Alejandro Armendariz en 1987. La cobertura del diario Noticias, es elocuente.

El párrafo que hace alusión a esa frase expresada es el siguiente: “Ante la pregunta puntual de “cómo vamos a sacar el agua, porque la fábrica de Pehuajó es el campo, que esta totalmente cubierto de agua, y si no la sacamos no vamos a fabricar, Armendariz expresó: Lo que pasa que uno vuela la provincia, y todo, desde el centro hacia el oeste, está prácticamente con agua, entonces la realidad es que vamos a tener que convivir con el agua. Podemos sacar un poco, pero no toda el agua. En esto coinciden todos los técnicos, la gente de Hidráulica, que esto es así, es una situación que nos ha caído del cielo y que no tenemos posibilidad de solucionar, porque no tenemos donde mandar esta masa tan extraordinaria de agua de ninguna manera. La que podemos retirar son excedentes a través de las obras que están implementadas y que se van a concretar”.

Hugo Alemany, funcionario en esa época del gobierno municipal recordó esos días, y comentó en una nota dada a Noticias años después: “Con mucho trabajo de todas las partes se pudo salir adelante. Después en el futuro con la construcción del canal Mercante, la situación pasó a ser otra”.

2001

El temor al avance del agua siempre esta presente en estas latitudes. Historias que parecieron repetirse en el 2012 y en abril del 2017. Pero fue en el 2001, aún con el recuerdo intacto de esas jornadas angustiantes de 1987, que el peligro volvió a trazar pesadillas en los lugareños.

Desde el 2000 el agua venía creciendo, pero para el 2001, desde septiembre – octubre la situación ya era angustiante. Caminos rurales, pueblos del distrito habían sido alcanzados por el agua. Alrededor del 80% de la superficie de Pehuajó bajo agua, y la ciudad cabecera, una vez más comenzaba a estar rodeada.

Fue así que la jornada del 26 de octubre fue histórica, y así lo hizo saber en su portada Noticias. Pero la información había trascendido y los medios nacionales llegaron a Pehuajó. Sin respuestas concretas desde las autoridades de Provincia y Nación, Pehuajó tuvo su pueblada. Los estamentos superiores (gobernación y presidencia) entendieron que había que dar soluciones.

Pehuajó.
Pobladores de esta ciudad cortaron la ruta 5
Foto:Juan Carlos Roleri (Telam)

Reclamo

El reclamo de la comunidad iba en aumento, y las respuestas de las autoridades, parecían ir en sentido contrario. El agua cortaba la ruta entre Pehuajó y Carlos Tejedor.  La llegada a la ciudad del ministro de Agricultura y Ganadería bonaerense, Aroldo Lebed, para participar de una reunión del comité que analiza la problemática de las inundaciones, fue uno de los encuentros que se dio en la ciudad, y que dejaba un sabor “amargo” en las autoridades locales; pero sin duda alguna la visita a la región que mayor decepción causo fue la del presidente De La Rúa y el gobernador Ruckauf a Carlos Casares. Fue un quiebre de inflexión. Representantes de distintos espacios políticos de la Cuarta Sección Electoral y dirigentes de entidades ruralistas no ahorraron críticas. El por entonces presidente de la Sociedad Rural de Pehuajó, José Pelayo también dejaba oír su opinión: “Ruego que el presidente recapacite y llame a una reunión urgente”, expresaba para agregar que “Lamento los asesores del Presidente, respeto la investidura presidencial, pero yo no dejaría ningún asesor”.

“El grito de Pehuajo”

“El grito de Pehuajó”, se denominó a la movilización que tuvo su punto de encuentro en el municipio, donde distintos actores de la comunidad se dieron cita. La decepcionante visita del Presidente y el Gobernador tuvo como respuesta una rápida convocatoria de la comunidad.

Movilización

“La concentración comenzó a las 8.30. Media hora después el párroco Carlos Torre realizó una homilía y se llevó los primeros aplausos del día. Detrás de él estaban el intendente César Peña, el diputado nacional Mario Cafiero, miembros de la Sociedad Rural y de la Cámara de Comercio, diputados y senadores provinciales, concejales locales e intendentes de otras localidades también afectadas”, señaló Clarín en su edición del 27 de octubre.

Plaza 

“Frente a algunos bancos y alrededor de la plaza una gran cantidad de camiones, tractores y maquinaria agrícola cambiaron el panorama del casco urbano. Una orquesta infantil tocó el Himno y las personas que colmaron gran parte de la plaza lo cantaron con pasión. La última estrofa del Himno dio paso, después, a la “toma pacífica” de los bancos.

A las 9.30 el 90 por ciento de los comercios estaban cerrados, igual que los colegios y entidades públicas. Sólo algunos bancos y un par de supermercados seguían abiertos. Los manifestantes fueron primero a la sede del Banco Nación y allí comenzaron a aplaudir y a exigirle al gerente que dejara salir a los empleados para que se sumaran a la movilización”.

Municipalidad y Bancos

“Un grupo de personas, encabezado por el intendente, entró al banco. Los empleados miraban sorprendidos y algunos hasta se animaron a aplaudir. Finalmente, el gerente accedió al pedido y los empleados salieron. Lo mismo pasó en otros tres bancos y en dos supermercados. La frase más escuchada fue “por fin estamos todos juntos”. Cerca del mediodía la gente empezó a moverse hacia la ruta nacional 5. La caravana, en la que había autos, camiones y tractores, tenía unas treinta cuadras. “También cientos de chicos y jóvenes seguían a la multitud en bicicletas y ciclomotores”, narró Clarín.

“La realidad es que vamos a tener que convivir con el agua”

Otro de los párrafos del matutino fue: “El ingenio popular les arrancó una sonrisa a los manifestantes: un grupo de empleados de una fábrica hizo un muñeco de casi dos metros de alto de la célebre tortuga Manuelita, a la que sentaron en un bote con un salvavidas”.

Se multiplica

La movilización comenzó a tener su eco en la zona, y distritos vecinos repetían el accionar de Pehuajó.  La acción llegaba a la máxima autoridad del país. De La Rúa convocaba a Peña a una reunión para escuchar y analizar el reclamo, donde anunciaba compromiso de obras y medidas financieras e impositivas. Mientras, el distrito, y partidos vecinos estaban “en asamblea permanente”.

Dos hechos trascendentales en la vida de la comunidad, que tuvieron respuesta cuando la sociedad actuó en conjunto. Como lo resumieron, o lo expresaron los vecinos en ese 2001, pero que también podría haber existido en 1987: “Por fin estamos todos juntos”.

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