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Crecen los casos de Bullying Escolar

 

En los últimos dos años se incrementaron los casos de bullying en Argentina según un estudio del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos, que funciona en el marco de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Se registraron 14.800 casos de bullying en Argentina entre 2021 y 2022.

El acoso escolar es una forma de violencia entre compañeros en la que uno o varios alumnos molestan y agreden de manera constante y repetida a uno o varios compañeros, quienes no pueden defenderse de manera efectiva y generalmente están en una posición de desventaja o inferioridad. El 30% de adolescentes fueron víctimas de acoso escolar.

Las conductas que usualmente tienen los niños y niñas que sufren de bullying en la escuela. “Esas señales de alerta que deben conocer los padres de familia y también los profesores es que el alumno, de un momento a otro, empieza a dejar de asistir al colegio dando excusas. Una segunda señal de alerta es que el alumno o alumna se empieza a aislar de sus compañeros de clase y hay un cambio reiterativo en él. Otra señal de alerta es que va a empezar a disminuir su rendimiento escolar, va a disminuir sus notas de un momento a otro.

BULLYING

El bullying es la exposición que sufre una persona o daños físicos y psicológicos de forma intencionada y reiterada por parte de otro, o de un grupo de ellos.  En una nota que se le realizo a el modelo Hernán Drago quien fue víctima de bullying, dijo que todo el acoso que el había sufrido lo “marco a fuego”. El modelo contó que sus compañeros se burlaban de él durante su niñez. Todo esto puede provocar depresión y ansiedad, aumento de sentimientos de tristeza y soledad, cambios en los patrones alimentarios y de sueño, y pérdida de interés en las actividades que solían disfrutar. Estos problemas pueden prolongarse hasta la edad adulta.

 

Se registraron 14.800 casos de bullying en Argentina entre 2021 y 2022.

 

El acosador generalmente, suele ser impulsivo, mostrarse autosuficiente y mantener una actitud positiva hacia la violencia, trasladando su agresividad de forma general a compañeros, profesores y familiares. Mientras que, la víctima suele ser una persona insegura y con poca autoestima, de apariencia débil e insegura y que pueden mostrar un grado elevado de ansiedad.

El acosador aprovecha un desequilibrio de poder que existe entre él y su víctima para conseguir un beneficio (material o no), mientras que el acosado se siente indefenso y puede desarrollar una serie de trastornos psicológicos que afectan directamente a su salud o incluso, en situaciones extremas, conductas autodestructivas.

Los motivos por el que se produce el acoso responden básicamente a una predisposición a la violencia en el agresor por motivos psicológicos y de personalidad, y un entorno familiar y social con antecedentes de violencia o de justificación hacia la misma.

El espectador hace la indiferencia, asume la actitud de “ No es mi problema, yo no me meto, así es la vida ” tiene una postura egoísta.

Para impedir que se produzca el acoso escolar, las instituciones educativas tienen que estar sensibilizadas con el tema. También los estudiantes y las familias deben fomentar la “tolerancia cero” a cualquier manifestación violenta y a rechazar los insultos, las humillaciones, las vejaciones o el maltrato físico.

Es importante trabajar sobre las distintas dimensiones que afectan el clima de convivencia en la escuela: estilos de dirección y enseñanza, formas de comunicación entre docentes y alumnos, mecanismos y ámbitos de reflexión sobre conflictos, atención, control y monitoreo de las interacciones, entre otros.

Cuando el acoso ya tiene un grado alto, deber ser tratado por profesionales especializados en la detección y evaluación de situaciones de acoso escolar, que pueden actuar en diversos planos profesionales y que muestran la importancia de este problema.

Recientemente en las últimas noticias hemos visto como jóvenes victimas de este flagelo tomaron la trágica decisión de quitarse la vida, una decisión que quizá, hubiese podido ser revertida si todos tomásemos conciencia que el bullyng es un flagelo que no podemos, nunca más, tratarlo como situaciones superficiales o que poco afectan a los más chicos.

Por  Juanita Ledesma 

6to. D Comunicación

Materia: Taller de Producción del Lenguaje

Prof. Marisa Bin

 

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