365 Pehuajó

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El Frente de Izquierda señaló: “Desde hace años las necesidades de las mayorías populares, de la juventud y del movimiento de mujeres son puestas en segundo plano”

El sábado pasado se oficializó la lista provincial del Frente de Izquierda, que estará encabezada por Nicolás Del Caño (PTS) y Romina Del Plá (PO). A su vez, se presentan listas en 23 de las 24 provincias y en más de 80 distritos de la provincia de Buenos Aires.

En Pehuajó la lista está conformada, en su mayoría, por la juventud estudiantil y precarizada, por docentes, autónomos y trabajadores, que no se resigna ante el ajuste que viene implementando el oficialismo y no se olvida de quienes la atacaron durante los cuatro años de gobierno macrista. La lista por Concejales está encabezada por Gonzalo Grenno, estudiante del profesorado de Historia en el Instituto 148 y referente del PTS a nivel local. Lo secunda Macarena Porta, técnica en Gestión Ambiental y Salud, trabajadora docente y ex trabajadora municipal precarizada. Por otro lado, la lista por Consejeros Escolares es encabezada por Delfina Liceaga, estudiante de la Licenciatura en Sociología en la UBA.

Por la presentación de la lista, Gonzalo Grenno expresó lo siguiente: “Desde hace años las necesidades de las mayorías populares, de la juventud y del movimiento de mujeres son puestas en segundo plano, y sus conquistas políticas no son implementadas en su totalidad porque se ajusta el presupuesto en salud, educación, género y medio ambiente. La nuestra es una lista conformada por los sectores que más sufren el ajuste y, sobre todo por la juventud. Porque queremos que se expresen esas voces, las de las y los pibes que tienen que tener dos o tres laburos y aun así no llegan a fin de mes”.

En la ciudad existe un alto grado de precarización laboral, que ataca principalmente a la juventud. Tienen contratos basura, salarios que rondan los 15 mil pesos y el riesgo de que les despidan en cualquier momento. Es una problemática por la que ningún gobierno ha presentado una solución eficaz. Los puestos de trabajo que se generan en la Municipalidad son altamente precarios: las y los trabajadores realizan extensas jornadas de trabajo por salarios bajísimos, sin protecciones ni equipo adecuado. A su vez, muchos y muchas no están en planta permanente y durante la pandemia se ha despedido personal y han sufrido ataques como rebajas salariales en medio de la crisis económica y social.

Otra de las integrantes de la lista, estudiante y trabajadora precarizada nos decía: “Tengo dos trabajos y estudio. Trabajo precarizada, en negro y por hora, por lo que no tengo aportes ni obra social, y si no voy a trabajar por problemas personales no me pagan. Y esa es la realidad de gran parte de las y los jóvenes, que nos genera un terrible estrés y no tenemos acceso a programas públicos de salud mental, por lo que debemos acudir a un profesional de manera privada, agregando más gastos al poco presupuesto que manejamos. Tampoco podemos acceder a una vivienda o ayudas para pagar un alquiler, que cada día es más caro”.

En cuanto a la problemática de género, las soluciones tampoco llegan y las tareas de acompañamiento, de escucha y demás corren por cuenta de organizaciones o grupos por fuera del municipio. El presupuesto destinado a problemáticas de género se ajustó durante la pandemia, como se venía ajustando durante el macrismo, siendo el momento en que más aumentaron los casos de violencia.

Por esto, Victoria Zurutuza, psicóloga, trabajadora de La Serenísima e integrante de la lista, comenta: “La izquierda siempre apoyó las luchas y reclamos de las y los trabajadores, la juventud y las mujeres. Hemos luchado por el derecho al aborto legal pero tenemos que seguir luchando para que se implemente en su totalidad. También para que se destinen más recursos para hacer frente a la violencia de género, y para que se cumpla con el Cupo laboral travesti-trans y el Cupo laboral de personas con diversidad funcional”.

La precarización tampoco pasa solo por lo laboral, la vivienda también es un problema estructural que afecta a gran parte de las y los pehuajenses. Viviendas precarias, altísimos alquileres, planes de vivienda o ampliación que no son totalmente inclusivos y decenas de terrenos ociosos utilizados para la especulación inmobiliaria, abandonados hace décadas.

Otra de las problemáticas que necesitan una respuesta urgente es la fumigación a mínimas distancias de escuelas rurales y viviendas populares (zona urbana). Pehuajó ha crecido en tamaño y aún no se ha modificado la zonificación ni existe la caracterización de las áreas donde se puede y no fumigar. Además de ser una práctica muy normalizada y que afecta tanto al suelo como las napas, y produce grandes perjuicios en la salud de quienes están expuestos y expuestas a ella.

Macarena Porta agrega: “Las políticas ambientales tienen que concretarse, tienen que formar parte de la agenda política y tener la relevancia que le corresponde. No pueden sólo utilizarse en campaña y que los gobiernos se pasen la pelota unos a otros y se siga destruyendo el medio ambiente”.

Por esto creemos que es importante colocar a la izquierda como tercera fuerza política, que levanta las demandas la clase trabajadora, de la juventud, de las mujeres y las diversidades todos los días, y está en cada lucha social. En Pehuajó, también la izquierda apunta a ser la expresión del descontento, contra los funcionarios que llevan años enquistados en sus sillones, que gobiernan para los empresarios del campo y el parque industrial, y que dejan relegadas las necesidades de las mayorías populares.

Una fuerza que está poniendo en debate la reducción de la jornada de trabajo a 6 horas, con un salario mínimo que cubra el total de la canasta familiar, repartiendo las horas laborales entre ocupados y desocupados para terminan con el desempleo y la pobreza. Por la implementación plena del cupo laboral trans y por políticas de género que luego no sean papel mojado debido al bajo presupuesto destinado.

Por una nueva reglamentación del uso de agrotóxicos, que apunte a modificar el sistema de producción y que preste información, cursos y herramientas a los pequeños productores. Por un plan de vivienda nacional para, no solo, atacar directamente el problema de vivienda sino también generar empleo. (La Izquierda Diario)

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