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La dependencia emocional en adolescentes 

 

La dependencia emocional es un patrón de necesidades emocionales insatisfechas que se intentan cubrir con otras personas. Mientras que, la codependencia emocional es el tipo de dependencia bidireccional por parte de los 2 miembros de la relación. Esta no solo se da en relación de pareja sino también con familiares, amistades, compañeros, etc. En Argentina, una gran parte de la población sufren de estos tipos de patrones en las conductas emocionales, siendo de las más afectadas la población femenina.

La dependencia no afecta solo al adolescente, sino a cualquier persona, sin importar su sexo, edad o clase social. De igual manera el más perjudicado siempre es el adolescente, debido a la inmadurez y variabilidad emocional que caracterizan la personalidad en la etapa de la adolescencia

Cuando alguien tiene una dependencia emocional crea un conjunto de necesidades emocionales de pasar tiempo con la otra persona o de ser aceptado por la misma. La base de esta dependencia suele ser el miedo. El miedo al abandono, el miedo al rechazo o el miedo a la soledad. A menudo la dependencia nos lleva a privarnos de nuestra libertad, de no juntarnos con gente que queremos o de hacer cosas que antes nos daba gusto hacerlas. Por otro lado, repercute en la conducta, en los pensamientos y en las emociones de cada persona, de hecho, la percepción de la realidad suele alterarse tanto que no se dan cuenta de que sufren de dependencia emocional, pero el resto de la gente que los rodea sí. La persona que sufre de dependencia emocional termina aislándose de todo su entorno al querer satisfacer todo el tiempo a la otra persona, ya que trata de dedicarle más tiempo y estar más atento a sus necesidades.

Por lo tanto, una persona con dependencia emocional necesita todo el tiempo la aprobación y el reconocimiento de la otra persona, tiende a confundir amor y lástima. Este hace todo para permanecer en una relación, aunque esta no sea sana, ya que no puede soportar el miedo al abandono, Ellos piensan solo en el bienestar del otro, sin tener en cuenta sus propias necesidades. Suelen implicarse con personas con problemas psicológicos o emocionales, se sienten heridos cuando las personas no reconocen sus esfuerzos.

Este tipo de personas que padecen de esta enfermedad suelen sufrir de rigidez y dificultad para ajustarse al cambio, problemas de intimidad y límites, enojo crónico, falta de confianza personal en la toma de decisiones propias, aislamiento y miedo a las personas, resentimiento a figuras de autoridad y dificultad para disfrutar.

Por otro lado, hablemos de las mujeres con dependencia emocional, estas son mas propensas a sufrir esta enfermedad ya que desde niñas la cultura patriarcal nos ha hecho creer que nacemos con un don especial para amar incondicional y abnegadamente. Se nos enseña a darle más importancia al amor y a la pareja que a nuestra autonomía personal. La dependencia emocional, entonces, se aprende a través de la socialización y la cultura, y se fortalece con la dependencia económica, los miedos e inseguridades personales, y la soledad.

Al pasar por todos estos episodios creemos que necesitamos una pareja. Y esa necesidad trae problemas, como elegir un compañero que no sea una buena persona o con la que sea imposible construir una relación amorosa sana y equilibrada.  Permanecer años en una relación que no te hace feliz. Nos auto engañamos creyendo que en algún momento la persona que amamos va a cambiar, mejorará, o volverá a amarnos como al principio de la relación. Vivimos con un miedo permanente a que nos dejen, o con unos celos que nos amarguen la vida, aguantamos situaciones de malos tratos por miedo a quedarnos solas.

En conclusión, existen muchos casos de dependencia emocional que llevan a qué las personas sufran de está. Tenemos muy normalizado la convivencia con casos cercanos que sufren de esto y no vemos la gravedad de la situación la mayoría de las veces.

 

Luciana Pérez

6to D comunicación

Materia: Taller de Producción del Lenguaje

Prof. Marisa Bin

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