365 Pehuajó

Tu portal de noticias.

Una foto. Cien palabras

Cada 31 de diciembre al mediodía había una costumbre en el centro de la city porteña, se arrojaba una gran cantidad de papelitos y rollos de máquinas desde la ventana y balcones de las oficinas y edificios para festejar el fin de año. Era un clima de alegría, de festejo, un clásico, un ritual. Era liberarte de todo lo que hiciste durante el año. Esta tradición con el tiempo se fue perdiendo o erradicando. Si bien hoy podría ser considerado una barbaridad por la suciedad que genera, en otras épocas no existía esas cuestiones y se lo veía como algo pintoresco.

La Pluma De Pico
Latest posts by La Pluma De Pico (see all)
Comparti esta nota

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *