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¿Por qué aumenta la carne?

Si hay un tema que ha ganado los medios de todo tipo (aparte de pandemia, vacunas, “lapsus “; etc) es el precio de la carne.  Claro que un tema como este “se ha hecho carne “, en todo el ser argentino, “venga de donde venga “.

Pero para entender el porqué, debemos sumergirnos en las frías estadísticas. A las que trataremos de presentarlas lo más digerible posible.

Asimismo, desde enero de 2018 el dólar oficial subió 377%, similar a la suba del precio del consumidor, pero si se toma en cuenta que el dólar blue desde enero de 2018 subió 699%, se entiende que ante semejante devaluación de la moneda es imposible que el precio no haya subido.

Este gran protagonismo en la discusión a nivel social y político se viene dando, no solo por los fuertes aumentos que viene mostrando hace ya más de medio año, sino también por la decisión del Gobierno nacional de suspender las exportaciones por 30 días para ponerle, según justificaciones del oficialismo, un coto a ese incremento.

 

Si bien desde un lado de la biblioteca podemos escuchar opiniones y justificaciones diversas; del otro lado de la misma, también podemos escuchar razonamientos y argumentaciones, con otra perspectiva y tinte político.

Sin embargo, hay datos concretos que pueden aportar argumentos válidos a la discusión.

Hay un compendio de factores que explican el alza del precio de la carne no solo en la actualidad, sino hace ya años, entre los que figuran la inflación, las sucesivas devaluaciones de la moneda, diferentes desequilibrios macroeconómicos y, más relacionados con cuestiones del sector, la suba en los costos de producción, sobre todo del maíz y un recorte en la oferta por parte de los feedlots.

Lo que también habría que analizar cómo fue “la evolución de los salarios desde enero del 2018 hasta la actualidad “.

Desde enero de 2018 a abril de 2021, el animal de consumo interno liviano creció un 457% al pasar de $33,96 a $189,25 por kilo, mientras que el de invernada aumentó 410%, de $41,92 a $213,84 por kilo.

En ese mismo lapso, el maíz, esencial para la terminación de los animales en el corral, escaló 501%, no solo por la suba de los precios internacionales, que fue una cuestión que se dio más de mediados de 2020 para acá, sino por las constantes devaluaciones del peso. Así, pasó de valer $3.116 la tonelada a principios de enero de 2018 a $18.720 en abril de este año. Ahora bien, teniendo en cuenta estos aumentos, el precio al consumidor, si bien creció en el período de tiempo mencionado, no lo hizo en la misma proporción, sino que se ubicó en un 365% al subir el promedio de $140,28 por kilo a $652,43.

Asimismo, desde enero de 2018 el dólar oficial subió 377%, similar a la suba del precio del consumidor, pero si se toma en cuenta que el dólar blue desde enero de 2018 subió 699%, se entiende que ante semejante devaluación de la moneda es imposible que el precio no haya subido.

Todo queda claro, las estadísticas y los números son fríos, pero totalmente necesarios para entender qué pasa con el precio de la carne. Lo que también habría que analizar cómo fue “la evolución de los salarios desde enero del 2018 hasta la actualidad “.

 

Fuente: Consultora Agroideas

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